Qué es una tagline y porqué es importante

Nike no es solo el nombre de una marca, es una filosofía de vida. Lleva el nombre de una diosa mitológica y acuñó una de las taglines más potentes de todos los tiempos: "Just do it".

Esa potencia no es casual: detrás de esa simple línea hay una estrategia de comunicación que convierte a una marca en un movimiento.

Hoy vamos a hablar de eso: de cómo construir taglines que no sean la síntesis emocional de tu marca.

Sé lo que estás pensando: “¿Otro pendiente más en mi lista ?”.


Te entiendo. Pero si realmente te interesa construir una marca que deje huella —no solo vender servicios sueltos—, este tema no es opcional. Es parte central de tu práctica matriz.

Así que antes de seguir con tu rutina, te invito a leer esto con atención.

¿Qué es una tagline y por qué importa en tu práctica matriz?

Una tagline es un texto breve que define la identidad de una marca. Es la cristalización verbal de tu identidad profesional.

Curiosamente, el término no proviene del ámbito publicitario sino del mundo del cine.

Se denomina “tagline” a una línea de texto de efecto dramático usada para promocionar una película.  

Ahora, dada la forma en que estas frases se impregnan en una audiencia, pronto se extendió su uso al mundo de las marcas, que comenzaron a utilizar el mismo procedimiento de construcción verbal como estrategia de posicionamiento.  En la actualidad la tagline es parte ineludible del relato de marca.

Si te estás tomando en serio la construcción de tu marca personal, te sugiero elaborar una tagline que encapsule tu diferencia, evoque una emoción concreta y sea memorable para tu audiencia.

No se trata solo de ser recordada: se trata de ser elegida.

¿Qué no es una tagline?

Antes de seguir, aclaremos un error frecuente: una tagline no es lo mismo que un eslogan publicitario. Presiento que la pregunta se presenta tarde o temprano. Aunque, tu intuición no te traiciona,  son primos hermanos:

Un eslogan sintetiza el propósito de una campaña publicitaria en particular. La tagline pone énfasis en la identidad de tu marca. Si tu propósito cambia, tu tagline también porque sintetiza su esencia y está pensado como expresión de la premisa estratégica.

Y ojo, expresa esta propuesta de valor aunque en su formulación no se mencione cuál es el producto o servicio que se vende.

​Quizás la última idea te confunda. ¿Cómo es posible que una tagline defina tu marca cuando ni siquiera menciona cuál es tu trabajo o el producto que estás ofreciendo?

Pues bien, te diré que una tagline bien construida puede lograr algo más importante: evocar sensaciones o asociarse a la emoción que tu marca quiere trasmitir. Y tanto las emociones como las sensaciones, permanecen más allá de los productos.

El eslogan cambia con cada campaña. La tagline define la esencia de tu marca de forma consistente, aunque actualices tus servicios o expandas tu propuesta, porque no describe tu servicio, provoca una sensación que conecta emocionalmente con quien te lee. Esa conexión es mucho más poderosa (y duradera) que una lista de atributos.

¿ Por qué escribir una tagline transforma tu práctica?

Desarticulemos las razones que te provocan una pereza infinita de sentarte a pensar.  Los siguientes argumentos responden por qué deberías crear una tagline:

  • Porque es la expresión de tu diferencia: potencia el esfuerzo que ya hiciste al seleccionar tus colores, fuentes, formas e imágenes.

  • Es memorable: brevedad y sonoridad son cualidades que transforman un par de palabras en una frase fácil de recordar para quien la lee.

  • Añade valor y significado: lo cual se traduce en “posicionamiento”. No me refiero a tu posición en los resultados de búsqueda de Google. Me refiero a la posición que tu marca ocupa en el imaginario de un lector o un cliente.

La tagline crea anclaje emocional y ofrece coherencia entre tu práctica matriz y tu comunicación. Además, eleva tu narrativa, y la narrativa -no la oferta técnica- es lo que convierte a visitantes fríos en clientes que confían.

¿Cómo se escribe una tagline?

​Ahora que entendés su importancia, entremos en acción.

Para crear una tagline coherente con tu práctica matriz, no basta con encontrar una frase que suene bien, es necesario delinear una fórmula que alinee tu propuesta de valor con el modo en que querés ser recordada.

Te propongo pensar en tu tagline como una microexpresión de tu narrativa:

  • Tiene que validar tu diferencia: ¿qué emoción, valor o transformación es única en tu servicio?

  • Tiene que tener estructura: breve, sonora, fácil de recordar.

  • Tiene que reflejar tu narrativa y mostrar que entendés a tu audiencia en el nivel exacto donde se encuentra ahora.

  • Tiene que incorporar tu diferenciación: no decir lo mismo que cualquier profesional de tu área.

  • Y debería apuntar a la expansión: ser capaz de crecer con tu marca en el tiempo.

Dos caminos posibles para construir tu tagline

​Podría decirte que una tagline es una oración. Sin embargo, el concepto de “oración” implica el uso de un verbo como eje de la construcción. Y si bien muchas taglines memorables en el mercado están articuladas en torno a una acción, también es cierto que muchas de ellas no lo están.

​Por ejemplo: “Destapá la felicidad” es un ejemplo de tagline pensada oracionalmente en torno al verbo “destapar”, evocando con esta acción la sensación de satisfacción que produce el sonido de abrir una botella de Coca Cola.

Por ejemplo: “Destapá la felicidad” es un ejemplo de tagline pensada oracionalmente en torno al verbo “destapar”, evocando con esta acción la sensación de satisfacción que produce el sonido de abrir una botella de Coca Cola.

​Por otro lado el “Intel Inside” es evocador  en su mensaje pero no presenta ninguna acción protagonizada por un ser humano. Refiere a la tecnología que no puede verse, que “va por dentro”. Independientemente de la marca de tecnología de tu preferencia, Intel, está allí, dentro.

Ponele que te quedan dudas y escribo: "Me encanta". ¿Tengo que mencionar la marca que usa esta tagline no-oracional? Exacto. Es simple, distintivo y dado su éxito,  la promesa se cumple.

Para que tengas un panorama más amplio, observemos un ejemplo más. La tagline de las computadoras Asus es: "Inspiring Innovation. Persistent Perfección".  ¿Por qué funciona?  Porque la fórmula no-oracional, se consolida con la sonoridad de la rima y la repetición de la fonema inicia de cada palabra.

Frente a estas dos posibilidades lingüísticas, es posible elegir la que mejor se ajuste a tu propósito. Ahora, si estás con ánimo de aceptar sugerencias, quiero que pienses que situar a la audiencia en el lugar del sujeto oracional es un acierto.

En síntesis:

1. Estructura oracional (acción directa):

Este tipo de tagline usa un verbo que invita a actuar o a experimentar un beneficio inmediato, a esta categoría responde el primer ejemplo del artículo: "Just do it" de Nike.

¿Por qué funciona?


Porque invita, provoca, moviliza. Y porque pone a la audiencia en el centro como sujeto de la acción. Para una mentora, podría escucharse de esta forma: "Creá tu historia, transformá tu mundo."

2. Estructura evocativa (imagen o sensación):

Aquí no hay acción directa. Se busca evocar una idea, un estado deseado o una transformación sin explicitar el "cómo". Es el ejemplo de "Intel Inside".

¿Por qué funciona?


Porque despierta curiosidad y asocia la marca a un valor o a una sensación poderosa. Para una psicóloga o coach sería: "Fortaleza silenciosa. Cambio duradero."

7 principios para una tagline memorable de acuerdo al Sistema Vende:

Como la vida, las marcas no son estáticas. En consecuencia, la tagline que las define cambia con ellas. Nada te ata a una estructura del lenguaje para que la sostengas hasta el fin de los días. Pero, cuando quieras crear una tagline que te acompañe por mucho tiempo, hay siete factores a tomar en cuenta.

  • Brevedad: 6 a 8 palabras máximo.

  • Sonoridad: que suene bien leído en voz alta.

  • Autenticidad: debe ser verdad emocional, no marketing vacío.

  • Optimismo: proyectá un escenario de expansión y posibilidad.

  • Propósito: conectá con tu visión profunda, no con modas.

  • Originalidad: evitá clichés y fórmulas agotadas.

  • Evocación: seducí más que explicar.

Una tagline es un enunciado breve. Ahora, que sea breve no significa que no pueda ser funcional y expresar tu esencia o incluso, contar una historia. La idea, es palabras que tengan ritmo. Los juegos de palabras, las aliteraciones y las yuxtaposiciones (palabras secuenciadas, solo separadas por puntos o comas) son ideales.

Además, una tagline es una promesa. Es la promesa de las cualidades esenciales de tu marca. Tu promesa no puede ser una mentira o una versión deformada de la realidad, tampoco quisieras asociarla a connotaciones negativas. Centrate en las mejores cualidades de tu marca y transformalas en cinco palabras entusiastas.

De la misma forma que tu “elevator pitch”, tu tagline expresa tus valores fundamentales y en este sentido, el riesgo es caer en las frases hechas relacionadas con tu tema. Si estás buscando diferenciarte no caigas en la tentación de usar palabras asociadas a otras marcas. Tampoco te inclines por expresiones manoseadas por la moda.

Tu tagline es tu promesa y expresa en palabras el alma de tu proyecto. Por eso es tan importante elegir a conciencia las palabras que la componen.

Una tagline que suene bien... y venda

Si te estás rompiendo la cabeza para encontrar las palabras que capturen todo lo que tu marca representa y que a la vez te ayude a posicionarte, ¿por qué hacerlo sola?

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