Premisa estratégica para negocios conscientes

¿Tenés años de experiencia? ¿Hasta el momento toda tu estrategia de marketing eran las recomendaciones de tus pacientes?

Si pensabas dormirte en los laureles o en la plácida comodidad de tu consulta, seguramente no te interesa seguir leyendo.

¿Por qué? Porque lo que tengo para decir no es tranquilizador. Porque no es uno de esos textos inspiradores que te dan palmadas en la espalda. Sin embargo, deberías leerlo para darle sentido a tu práctica online.

En el mundo online, la percepción de cambio y movilidad es más intensa porque los procesos se desmesuran entre pixeles.

Mi abuelo tuvo toda su vida un comercio. Heredé la memoria de sus "trucos para atraer clientes" (el marketing prehistórico) en anécdotas que escuché de quienes lo conocieron, porque murió antes de que yo naciera.

Seguramente, usó las mismas estrategias sin variaciones durante cuarenta años, sin necesidad de re-segnificar su negocio de ninguna forma.

No era necesario que hiciera tal cosa.

Sus clientes eran del barrio y se conocían "desde siempre", porque desde siempre vivieron en las mismas casas en las que también vivieron sus padres y sus abuelos.

Sin duda conocían sus trucos y también sabían que podían esperar encontrar en su negocio. Sin sorpresas.

Hoy, esta quietud roza la inmolación online.

Y tanto tu forma de llegar a los clientes, como tu premisa estratégica se ajustan regularmente. Si hace cinco años que no pensás en ella, llegó el momento de que la revises.

¿Es la primera vez que escuchás "premisa estratégica"?

En ese caso, probablemente escuchaste antes su sinónimo "propuesta de valor" y puede sintetizarse en una idea: es lo que tenés para ofrecerle al mundo.

Dicho así, se escucha sospechosamente simple.

Tu sospecha es fundada, porque detrás de la formulación de tu propuesta de valor deberían estar presentes tus valores y tu visión de liderazgo personal, la expresión de tu talento mediada por el canal y el sutil equilibrio entre tu propuesta y el mercado.

Todo lo anterior sin olvidar que el tamiz que filtra cada uno de los puntos anteriores es la atención de tu cliente ideal.

Una simpleza.

En este panorama es probable que tus valores apenas cambien con el tiempo, o no cambien en absoluto. Sin embargo, los otros puntos, se mueven porque así de dinámica es la vida.

Lo que quieras para tu vida puede cambiar, los canales cambian, tu talento se refina y ni hablemos del mercado online porque ambas lo conocemos y es cualquier cosa, menos estático.

Cuando comencé con mi marca personal, mi mentalidad estaba "seteada" para el negocio online. Por mi profesión tengo muy presente que las premisas cambian y que aproximadamente, cada tres años experimento la necesidad de redefinir mi práctica. Porque mis interlocutores son otros y porque una incomodidad en el cuerpo me lo pide.

Para mí, este proceso es natural.

De hecho, tan natural como comprender que todo lo que puedas anticipar teóricamente se transforma en la práctica.

Nada como contrastar tu proyecto con la realidad para percibir que tus ideas son unas y la vida dispone como tiene ganas de disponer.

Lo que no había previsto, era que en el mundo online este proceso se manifiesta de formas poco sutiles. No estás corriendo los cien metros llanos, sino una carrera con obstáculos.

Es verdad que los obstáculos te sazonan la vida e inspiran a crecer pero... ¿Es necesario que aparezcan cada dos metros? Y ellos aparecen. Sí, aparecen.

Aún en el mejor de los escenarios, suponiendo que antes de empezar a vender a lo loco te detuviste a escribir tu premisa estratégica -aún ese caso- es probable que al cabo de un año tengas que revisarla.

Por lo menos revisarla.

¿Te parece que un año es demasiado pronto?

Obviamente, hay aspectos que van a permanecer vigentes. Pero otros... se van moviendo contigo. O perecen contigo.

¿Dramático?

Sí. Dramático. Es dramático porque cuando nos situamos desde la postura de "yo no cambio porque soy así", "mi negocio es así y no lo voy a cambiar ahora", terminamos bajando la cortina tarde o temprano.

Porque asumir el cambio es incómodo -aún cuando el cambio es parte de la naturaleza de tener un negocio online- pero es necesario

¿Dónde se hace más evidente la necesidad de cambio?

Como todo, no hay una respuesta única y general, pero me animo a afirmar que uno de los espacios en los que más se siente la necesidad de re-significación es en tus sistemas y protocolos de trabajo.

O dicho de otra forma, el equilibrio entre tu conocimiento y las necesidades del mercado. Todo un tema ¿no?

Ahora que ya estás en pleno conocimiento de esto, la próxima vez que quienes te rodean te miren temiendo por tu equilibrio mental porque estás nuevamente en la vorágine de poner a punto tu marca (los cambios suelen ser más complejos que empezar de nuevo) respirá profundo y pensá en este artículo.

Escribir y re-escribir tu premisa estratégica es parte de tu revisión anual de objetivos. Si sigue funcionando, genial. No cambies ni una coma.

Ahora si las ventas no llegan y estás a punto de tirar la toalla, no te aferres a la idea original solo porque ya invertiste mucho tiempo y dinero en ella.

Aceptemos el movimiento, pedir ayuda y abrir la mente a recibir todo lo que "unas cuantas palabras" pueden hacer por tu práctica.