Mi promesa es contarte cómo vender tus servicios de psicología, coaching o mentoría sin drenar toda tu energía. Porque quien ofrece sesiones individuales, tarde o temprano descubre que la lógica de cobrar por hora tiene sus límites y algunas contraindicaciones de salud.

Es probable que, si llegó ese momento en tu práctica, te hayas cuestionado cómo "empaquetar" tu conocimiento y hacer crecer tu negocio manteniendo la coherencia y la integridad.

Delimitar el proceso de transformación con el corset de una propuesta de formación online, puede ser espinoso y sentirse artificial.

La solución salomónica a este conflicto es trabajar con problemas muy concretos y desarrollar una metodología accesible para que tu cliente pueda ver y sentir los resultados.

Para la mayoría de tus clientes, una sesión suelta rara vez será suficiente para ver un cambio real. Entonces, ¿por qué seguir atrapada en este modelo?

El primer esbozo que escribas requiere edición. De hecho: si es un decálogo, ya es un exceso.

Una sesión puede ser más que suficiente para quien requiere un ajuste en su lenguaje corporal para presentarse frente a su jefe y pedir un aumento de sueldo.

Un par horas podrían ser necesarias para quien desea mejorar sus habilidades de conversación con desconocidos en lugares públicos.

Otros procesos y necesidades requieren de un desarrollo temporal difícil de cuantificar en sesiones.

Dicho lo anterior, mis dedos se deslizan solos para teclear que vender tu servicios "por horas" siempre es más desgastante y, aunque hayas trabajado de esa forma hasta el momento, presenta tres problemas mayores:

La percepción del cliente se centra en el costo por sesión, no en la transformación. Esto hace que muchas personas duden antes de contratarte porque solo ven un gasto inmediato y no un proceso con beneficios claros.

No posiciona tu autoridad. Si vendes sesiones aisladas, es más difícil que tus clientes te perciban como experta en un proceso concreto.

Es difícil prever ingresos. Al depender de sesiones sueltas, estás constantemente vendiendo para llenar tu agenda.

Todo lo anterior, sin mencionar que vendiendo formación o paquetes de sesiones en función de los resultados estarías manteniendo a raya a quienes no tienen ni el tiempo ni la energía para comprometerse con el proceso.

La forma más efectiva es estructurar tu servicio en un programa que resuelva un problema muy concreto con un método específico. No es necesario abrumarte, sino construir un marco de trabajo que le haga sentido a tu cliente.

Algunas ideas para transformar tu servicio:

• En lugar de vender "sesiones de coaching", ofrece un programa de 4 semanas para mujeres que quieren fortalecer su confianza y tomar decisiones sin dudas.

• Como psicóloga especializada en ansiedad, podrías crear un paquete de 6 sesiones para acompañar a mujeres que desean gestionar mejor el estrés luego del nacimiento de su primer hijo.

• En lugar de sesiones sueltas sobre comunicación asertiva, diseña un plan de trabajo para mujeres profesionales que quieren mejorar sus conversaciones laborales y negociar con seguridad.

Cómo hacer la transición:

Identificar el problema más frecuente entre tus clientes. ¿Qué preocupación se repite en las personas que contratan tus servicios?

Estructurar un camino de solución. ¿Cuánto tiempo es razonable para lograr avances reales y significativos?

Explicar el valor de tu propuesta. Muestra cómo tu paquete ayuda a obtener mejores resultados que una sesión aislada.

Facilita el compromiso. Ofrece una sesión inicial y si cuentas con ellos, testimonios de clientes que atravesaron el proceso y consiguieron resultados constatables.

Vender tu conocimiento y experiencia en paquetes de transformación, en lugar de sesiones individuales, no solo mejora tu posicionamiento, también hace que tu negocio sea más sostenible.

Si te interesa aprender a diseñar una oferta vendible y conocer el sistema para atraer más clientes a tu negocio, te invito a conocer el Sistema Vende.

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